La Junta firma tres convenios de colaboración con las entidades locales y agropecuarias para la adecuada gestión ambiental del humedal de La Nava en su treinta aniversario

La Junta firma tres convenios de colaboración con las entidades locales y agropecuarias para la adecuada gestión ambiental del  humedal de La Nava en su treinta aniversario
03 feb 11:54 2020 La Nava - Palencia Imprimir este artículo

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones –acompañado por el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, ha firmado hoy sendos convenios de colaboración con los representantes de las tres entidades propietarias de las parcelas sobre las que se asienta la laguna de la Nava (Palencia), humedal de importancia internacional, nacional y autonómica: el alcalde del Ayuntamiento de Fuentes de Nava, Carlos Gutiérrez; el alcalde del Ayuntamiento de Mazariegos, Anastasio Morate, y el presidente de la Junta Agropecuaria Local de Mazariegos, José Antonio Sánchez. Estos convenios suponen una inversión en el período 2020-2023 de 160.848 euros. El acto ha tenido lugar en la Casa del Parque Casa del Parque de Fuentes de Nava y Campos de Palencia, ubicada en el casco urbano de Fuentes de Nava.

Antecedentes del humedal de La Nava

La actual laguna de La Nava formó parte de un antiguo humedal natural conocido como “Mar de Campos” que pudo llegar a alcanzar una extensión próxima a las 6.000 hectáreas en los años lluviosos. Después de diversos intentos de desecación, esta se consiguió definitivamente en el año 1968.

Veintidós años después se puso en marcha una iniciativa para su recuperación, que partió del grupo ecologista Hábitat, quien consiguió atraer y vincular para este proyecto al ayuntamiento de Fuentes de Nava, a los ganaderos locales y a la administración autonómica, a través de la entonces Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio.

La Consejería asumió desde el primer momento el interés del proyecto, acometiendo ese mismo año, en 1990, las obras de recuperación de una parcela de 56 hectáreas, denominada “La Cogolla”, con el diseño y construcción de un dique. Los buenos resultados, desde el punto de vista faunístico, de esta primera actuación sirvieron para impulsar los trabajos de recuperación, como lo hizo también el apoyo económico de la Unión Europea, a través de un contrato firmado en 1990 en el marco de las Acciones comunitarias para el medio ambiente, precursor de los actuales fondos “LIFE”.

Las obras de recuperación en el cuerpo principal de la laguna de la Nava de Fuentes se iniciaron en julio de 1993, siendo contratadas por la Junta de Castilla y León a la empresa Tragsa, por importe de 273.000 euros. A su finalización, dos años después, la Nava ocupaba ya 317 hectáreas. Las obras de inundación se simultanearon, además, con trabajos de revegetación, y con los primeros estudios faunísticos y botánicos de la laguna.

En la segunda mitad de la década de los noventa se realizaron también las obras de restauración y la dotación de elementos expositivos del edificio que alberga la Casa del parque de la laguna de la Nava, abierto de manera ininterrumpida desde 2000 y ubicada en una típica casa labranza de la comarca Tierra de Campos.

A principios del siglo XXI un nuevo proyecto LIFE, vinculado a la conservación del carricerín cejudo, permitió ampliar la laguna, incorporando las praderas del término municipal de Mazariegos. Una vez finalizadas las obras se consiguió ampliar la superficie de la Nava hasta un total de 410 hectáreas. En la actualidad está en vigor otro proyecto-LIFE 16 NAT/ES/000168 “Restauración del hábitat de paso migratorio pre y post nupcial para el carricerín cejudo en la Península Ibérica” (LIFE Paludicola), que precisa de la colaboración de todos los implicados para continuar con las acciones propuestas.

Sucesivos convenios de la Junta con Fuentes y Mazariegos

La recuperación de la laguna de la Nava ha sido posible gracias a la colaboración de los ayuntamientos de Fuentes de Nava y Mazariegos que, entre otros aspectos, facilitan los terrenos en los que se asienta el humedal, sin olvidar a la Junta Agropecuaria Local de Mazariegos. Fuentes de Nava es el ayuntamiento que más superficie aporta, cerca de 323 hectáreas; Mazariegos cede dos praderas (La Güera y El Hoyo) con una superficie de 66 hectáreas y la Junta Agropecuaria de Mazariegos, tres parcelas agrícolas con una superficie de 5 hectáreas. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente compensa a dichas entidades por las rentas que han dejado de percibir. Esta compensación se eleva para este cuatrienio a 160.848 euros, que suponen 40.212 euros al año, correspondiendo a Fuentes de Nava 32.670 euros al año, a Mazariegos 6.822 euros al año y a la Junta Agropecuaria de Mazariegos 720 euros al año.

Estos compromisos se vienen documentando mediante sucesivos convenios, que sirven además para definir el marco de esta colaboración. La Consejería de Fomento y Medio Ambiente viene suscribiendo diversos convenios con Fuentes de Nava desde el año 1992, y con Mazariegos desde el año 2003. Los convenios con la junta agropecuaria son los más recientes, el primero data de 2006. Finalizada la vigencia de los últimos convenios, se procede hoy a su renovación, mediante la firma de los nuevos convenios, que estarán vigentes hasta 2023.

La participación de las asociaciones ecologistas ha sido fundamental en la recuperación de esta zona húmeda, y muy especialmente el de la Fundación Global Nature, que desde los primeros años viene realizando labores de seguimiento faunístico, conservación y voluntariado en esta laguna, y que ha sido responsable, junto con los ayuntamientos de Boada y Pedraza de Campos, de la recuperación de dos nuevos humedales, que junto con la Nava constituyen en la actualidad uno de los principales complejos lagunares del interior peninsular.

La Junta ha invertido más de 5 millones de euros en estos años

Las inversiones realizadas por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente a lo largo de estos años han sido muy importante, superando los 5 millones de euros, cantidad que se distribuye, con importes similares, en tres líneas de actuación:

1ª.- Conservación del humedal, incluyendo las obras de inundación y restauración de las lagunas, la vigilancia, el manejo del agua y la vegetación y el seguimiento científico.

2ª.- Uso público, con la restauración, dotación, conservación y funcionamiento de la casa del parque (antigua casa de labranza del s. XVII); dos aparcamientos, tres observatorios, dos puntos de observación y la red de sendas que discurren la zona, así como el funcionamiento y mantenimiento de todas estas instalaciones, la edición de folletos divulgativos, etc.

3ª.- Administración del humedal, comprende los pagos compensatorios a los ayuntamientos de Fuentes de Nava y Mazariegos derivados de los convenios, la compra de terrenos y el pago de los daños que ocasionan las aves a los agricultores.

La Nava, humedal relevante en el contexto nacional e internacional

Los resultados de esta colaboración han sido muy positivos para todas las partes. Desde el punto de vista faunístico y botánico han colocado a la laguna de la Nava, en un lugar de relevancia en el contexto nacional e internacional:

- Según la última actualización, noviembre de 2019, La Nava acoge un inventario acumulado de 263 especies de aves, lo que supone el 42,2 % de todas las especies recogidas en la última lista de aves de España, en la que también se incluyen las islas (2019).

- Alberga 18 especies de mamíferos, 7 de anfibios, y 4 de reptiles.

- El catálogo florístico de la laguna de la Nava consta de 196 taxones, de los cuales 13 taxones están considerados de interés especial.

- Están presentes 10 hábitats de interés comunitario, de los cuales dos están considerados prioritarios de acuerdo con la Directiva Hábitats 92/43/CEE.

- Destacar que es la principal colonia de reproducción de garza imperial en Castilla y León, con una población reproductora que oscila entre las 54 y las 90 parejas.

- Categorías de conservación: forma parte del Catálogo regional de humedales de interés especial y también está incluida en la red europea Natura 2000 como ZEC (zona especial de conservación) y como ZEPA (zona de especial protección para las aves).

- Es desde el año 2002, humedal de importancia internacional dentro de la Lista Ramsar, Sitio nº 1260, por sustentar especies vulnerables, en peligro o comunidades ecológicas amenazadas así como por acoger de manera regular importantes poblaciones de aves acuáticas, alcanzando máximos de más de 23.000 aves como en enero de 2013. Sin embargo es necesario señalar que en los últimos años, y muy probablemente en el contexto global de cambio climático, las aves acuáticas invernantes han descendido en número, dado que invernan en países más septentrionales como Holanda, por lo que su número en los humedales de la región se ha reducido.

- En cuanto al número de visitantes, las cifras se sitúan en torno a las 6.000 personas en la casa del parque por año y aproximadamente a las 12.000 por el entorno de la laguna.

Día Mundial de los Humedales

Por ello la firma de estos convenios se ha querido incluir en los actos de conmemoración del día 2 de febrero, el Día Mundial de los Humedales, fecha en que se firmó en 1971 el Convenio sobre los Humedales, a orillas del mar Caspio, en la ciudad iraní de Ramsar. Este año el lema elegido es “Los humedales están llenos de vida”, como lo atestigua el humedal palentino.

Los humedales son vitales para la supervivencia humana. Se trata de uno de los entornos más productivos del mundo, cuna de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir. Son vitales por los innumerables beneficios o "servicios ecosistémicos" que brindan a la humanidad, desde suministro de agua dulce, alimentos y materiales de construcción, prevención de riadas y de erosión, recarga de aguas subterráneas, mitigación del cambio climático, control de la contaminación, destacando su papel esencial como hábitat de una flora y fauna características, sobre todo para las aves acuáticas sedentarias o migratorias y, sin olvidar, su labor en el campo educativo, recreativo, turístico y científico.

Sin embargo, un estudio tras otro demuestra que la superficie y la calidad de los humedales siguen disminuyendo en la mayoría de regiones del mundo, convirtiéndose así en uno de los ecosistemas más amenazados de nuestro planeta. En consecuencia, los servicios de los ecosistemas que los humedales proporcionan a las personas se encuentran en peligro.

En las últimas décadas y principalmente en los años 60, la actuación humana sobre el medio natural llevó a la desecación de miles de estas zonas. La consecuencia fue la gestación de RAMSAR, el más antiguo de los modernos acuerdos intergubernamentales sobre el medio ambiente. El tratado se negoció en el decenio de 1960 entre países y organizaciones no gubernamentales preocupados por la creciente pérdida y degradación de los hábitats de humedales para las aves acuáticas migratorias. Se adoptó en la ciudad iraní de Ramsar en 1971 y entró en vigor en 1975.

La filosofía de Ramsar gira en torno al concepto de "uso racional" de los humedales, es decir, la gestión de estas zonas debe alcanzar su conservación y su uso sostenible, para que todos los servicios que proporcionan redunden en beneficio de las personas y la naturaleza.

Al adherirse a este convenio cada país debe designar, al menos, un humedal para ser incluido en la Lista de Humedales de Importancia Internacional (Lista de Ramsar). Con ello, estos sitios Ramsar adquieren una especial relevancia a nivel nacional e internacional, pues son reconocidos como territorios de gran valor, no solo para el país o los países en los que se ubican sino para la humanidad, puesto que está integrada por las zonas húmedas más importantes del mundo desde el punto de vista de su interés ecológico y para la conservación de la biodiversidad, puesto que solo se admiten los humedales que cumplan alguno de los criterios de importancia internacional que han sido desarrollados por el Convenio, lo que asegura la calidad de estos espacios.

En la actualidad, la Lista de Ramsar es la red más extensa de áreas protegidas del mundo, con más de 2.300 sitios, abarca más de 2,5 millones de km2 en los territorios de los 171 países adheridos al convenio. La red es muy diversa, incluye humedales tanto costeros como continentales; les hay con tan solo una hectárea de extensión a los que ocupan más de 60.000 km2. El primer sitio designado fue la península de Cobourg (Australia) en 1974.

Los países con el mayor número de sitios son el Reino Unido (173 sitios) y México (142 sitios). Bolivia tiene la mayor superficie bajo la protección Ramsar: 148.000 km2, seguidos de Canadá, Chad, Congo y la Federación de Rusia con más de 100.000 km2 cada uno.

En España el convenio RAMSAR entró en vigor el 4 de septiembre de 1982, reconociendo el estado español la importancia de las zonas húmedas y comprometiéndose a su conservación.

Los lugares españoles incluidos en la Lista Ramsar representan una amplia tipología de humedales: zonas húmedas planas en áreas de sedimentación, humedales asociados a valles fluviales, humedales artificiales, marismas, estuarios, formaciones deltaicas, marjales, lagunas litorales, etc; son muestra de la gran ecodiversidad de ambientes acuáticos naturales y seminaturales de nuestro país.

España tiene actualmente 75 sitios designados como humedales de importancia internacional con una superficie de 304,564 hectáreas. Andalucía es la comunidad que mayor número aporta (25 sitios), seguida de Castilla La Mancha (8) y Valencia (7).

Castilla y León cuenta con dos sitios Ramsar

Lagunas de Villafáfila (Zamora), cuya inclusión en la Lista de humedales de importancia internacional del Convenio de Ramsar fue efectuada mediante Acuerdo de Consejo de Ministros de 28 de julio de 1989. En 2011 se reajustaron sus límites, ampliando la superficie a 2.713,8 hectáreas. El complejo lagunar de Villafáfila está formado por varias lagunas de carácter salino, estacional y estepario.

Laguna de La Nava (Palencia), fue incluida en la Lista de humedales de importancia internacional del Convenio de Ramsar por Acuerdo de Consejo de Ministros de 27 de septiembre de 2002. En 2011 se produjo su revisión cartográfica, dando como resultado una superficie aproximada de 326,274 hectáreas.

La fragilidad de estos ecosistemas acuáticos, el grave peligro de desaparición que sobre ellos se cierne y los compromisos adquiridos con la comunidad internacional obligan a la adopción de las medidas necesarias para su protección. Estas medidas se sustentan en el establecimiento de un régimen jurídico que permita la protección, a la vez que el uso y la gestión compatibles con ella de estos valiosos ecosistemas.

El régimen jurídico básico de protección de las zonas húmedas españolas fue establecido por la Ley de Aguas y su Reglamento de Dominio Público Hidráulico, que a su vez formulaba la posibilidad de declaración de una zona húmeda como de especial interés para su conservación y protección, de acuerdo con la legislación medioambiental. Para ello la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en su art. 9.3. prevé que "formarán parte del Inventario Español del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad un Inventario Español de Zonas Húmedas, a fin de conocer su evolución y, en su caso, indicar las medidas de protección que deben recoger los Planes Hidrológicos de Demarcación de la ley de aguas".

En el ámbito de la Comunidad de Castilla y León este régimen jurídico de protección quedó establecido mediante la creación del Catálogo regional de zonas húmedas de interés especial, aprobado hace más de 25 años (1994), mediante la Ley 8/1991, de 10 de mayo, de espacios naturales de la comunidad de Castilla y León, derogada por la Ley 4/2015, de 24 de marzo, del patrimonio natural de Castilla y León. Inicialmente se incluyeron un total de 118 zonas húmedas. Los estudios realizados con posterioridad a la aprobación del mencionado Catálogo, pusieron de manifiesto la necesidad de su ampliación, incluyendo nuevas zonas, siendo el número total de humedales catalogados en la actualidad como de interés especial en Castilla y León de 297 humedales, de ellas 46 se encuentran en Palencia.