”la Caixa” y la Fundación Patrimonio Natural recuperan el embalse de Monteagudo como zona de nidificación y observación de aves
La Vicepresidenta Primera y Consejera de Medio Ambiente, María Jesús Ruiz y Gerardo Revilla Tejerina, Director del Centro de Instituciones de "la Caixa", han visitado hoy las obras desarrolladas en el embalse de Monteagudo de las Vicarías, en la provincia de Soria. Las actuaciones que se han llevado a cabo en esta área son de gran importancia debido a que es un lugar de reposo de las aves migratorias, y además posee unas características apropiadas para la observación de avifauna acuática, características que le permiten convertirse en un interesante enclave tanto para la nidificación de aves como para el desarrollo de actividades de turismo ornitológico.
Con este fin, la Obra Social "la Caixa" y la Fundación Patrimonio Natural han llevado a cabo este proyecto de restauración y mejora de este espacio natural protegido declarado Zona Húmeda de Interés Especial y que forma parte de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) de Monteagudo de las Vicarías, perteneciendo a la Red Ecológica Europea Natura 2000. Este proyecto ha contado con la participación de personas en riesgo de exclusión social y ha supuesto una inversión total de 145.914,51 euros.
La iniciativa forma parte del convenio de colaboración firmado entre la Obra Social "la Caixa" y la Fundación Patrimonio Natural para el desarrollo del Programa de Conservación y Gestión de los Espacios Naturales Protegidos de la Comunidad Autónoma. Este convenio comenzó en el año 2006 y el montante total de la inversión de la obra social en nuestra Comunidad, asciende a 6.150.000 €.
La Confederación Hidrográfica del Ebro ha colaborado en el desarrollo del proyecto realizando una serie de actuaciones complementarias a las ejecutadas por la Fundación. En concreto, éstas han sido; posaderos para aves, 2 isletas artificiales para facilitar la cría de las aves, puntos de pesca y una pequeña zona de descanso.
El Embalse
El Embalse de Monteagudo es una obra hidráulica diseñada para albergar agua para regadío y situada dentro de la Cuenca Hidrográfica del Ebro, en el Sureste de la provincia de Soria, una de las zonas más áridas de la provincia y casi de la Comunidad Autónoma, de ahí su importancia como punto de parada de aves invernantes y migratorias. Con el objetivo de recuperar el espacio natural como área de nidificación de las aves e incrementar su función como observatorio de la avifauna, se han realizado los siguientes trabajos:
Restauración ambiental: Los trabajos de restauración ambiental se han centrado en la zona del embalse vedada a la pesca. Con esta actuación se ha buscado la recuperación de la vegetación propia de este ecosistema, así como la densificación de aquellas especies que actualmente tienen poca presencia en el embalse y cuya plantación facilitará y anticipará su expansión impidiendo en la medida de lo posible la de otras especies no deseadas.
Por otro lado, los terrenos contiguos a la zona de inundación del embalse estaban completamente deforestados, sin zonas de cobijo para la avifauna, por lo que se ha recuperado la vegetación natural, que ha permitido la existencia de estructuras verticales aptas como dormideros y zonas de cobijo para las aves silvestres existentes. Estas áreas presentan además una vegetación muy peculiar y característica de saladares y terrenos ricos en yesos, encontrándose hasta 12 diferentes comunidades vegetales básicas que forman parte de un total de 10 hábitats, dos de ellos considerados "prioritarios".
Isletas artificiales: Uno de los principales problemas que presentaba este enclave, para la estancia de aves acuáticas y su posible nidificación, eran las fluctuaciones de la cota de la lámina de agua: en ocasiones deja en terreno seco las posibles zonas de cría de las especies de avifauna asociadas a estos ecosistemas, siendo en otras el nivel de las aguas tan alto que anega, los marjales que sirven como zonas de cobijo para la aves. Para mitigar parcialmente este inconveniente, se han construido isletas artificiales, que permiten la nidificación de las aves aunque se produzcan fluctuaciones de nivel de las aguas embalsadas.
Otra de las actuaciones, con las que se favorece la presencia de aves, es la colocación de posaderos artificiales, que han sustituido a los maltrechos álamos que existían.
Zona vedada a la pesca: Un elemento más que dificultaba el asentamiento de aves, es la práctica de la pesca deportiva en la totalidad del perímetro del embalse, produciendo continuas molestias a la avifauna. Por ello se ha señalizado el área vedada a esta práctica deportiva.
Observatorio y mejora de los accesos: Con el objetivo de adecuar la zona como punto de destino para el creciente turismo ornitológico en la provincia, se ha construido un observatorio y se regula el tráfico rodado en el entorno del embalse, creándose aparcamientos (12 plazas para turismos y 1 para autocares) y senderos que permiten realizar a pie el recorrido sin ocasionar molestias a la fauna silvestre.
El nuevo observatorio de aves está ubicado en el paraje conocido como "El Mirador", al este del Embalse de Monteagudo de las Vicarías. De 22.2 m2, tiene capacidad para 10 personas sentadas y su acceso está adaptado para personas con discapacidad y movilidad reducida.
También se han recuperado las ruinas de antiguas construcciones de mampostería en seco, que existían en la cola del embalse, dentro de la zona de acceso restringido en vehículo, para formar un pequeño parapeto que permita realizar los censos de avifauna a cubierto de las inclemencias meteorológicas de la zona.
Señalización: Para hacer visible el lugar, desde la carretera SO-340 en dirección Monteagudo de las Vicarías y en dirección Fuentelmonge se han colocado señales que indican la existencia de este Espacio Natural Protegido.
Importancia de los humedales
La importancia es debido a su función reguladora del equilibrio hídrico y climatológico, su papel en el control de la contaminación, su importancia como hábitat de una flora y fauna características, sobre todo de aves acuáticas sedentarias y migratorias, y sin olvidar sus destacadas posibilidades en los campos educativos, recreativos y científicos.
En 1982 España ratificó el Convenio Internacional para la Conservación de Humedales, conocido como Convenio RAMSAR, el cual reconoce la importancia de las zonas húmedas y compromete a las Administraciones Públicas en su conservación.